Secret Cinema, marca de entretenimiento subsidiaria de la empresa de entretenimiento Future Cinema de Fabien Riggall, es la nueva forma de vivir el séptimo arte. Lo podemos definir como una sinergia entre realidad y ficción, en donde el espectador vive su propia película; la actúa en escenarios idénticos al filme, adentrándose a la narrativa y a los personajes. Comenzó en Londres en 2007 y debido al éxito obtenido se pretende realizar en distintas ciudades del orbe.
Por: Josué Guerrero
Cada vez más somos testigos de cómo la forma de ver cine ha evolucionado. Ya no sólo es el aspecto visual. Ahora se busca involucrar más al espectador de tal forma que se sienta parte del filme. La salas 4DX®, por ejemplo, buscan una mayor inmersión del público en el ambiente de la cinta, recreando en la sala de proyección las condiciones que se ven en la pantalla, como niebla, lluvia, viento, sonidos más intensos u olores, así como vibraciones en los asientos.
¿Ficción o realidad?
Desde su invención Secret Cinema no pudo ser definido o era difícil describirlo. Quienes vivieron la primera experiencia lo catalogaron de la siguiente manera: “una mezcla entre realidad y ficción, entre cine y teatro, un escenario masivo donde actores y audiencia interactúan siguiendo un mismo guión, pero recreando su propia historia”.
Secret Cinema proyecta filmes en lugares inusuales para una función cinematográfica. Incluso, todo alrededor de ella es misterio. Quienes acuden no saben lo que sucederá, ni qué película verán. El espectador compra una entrada prácticamente “a ciegas” en su sitio web que parece un anuncio de películas al estilo Rob Zombie.
El costo del boleto es de unos 56 dólares y al adquirirlo uno no sabe a dónde asistirá. Una semana antes se notifica a través de redes sociales el tipo de vestimenta a llevar, el punto de reunión y desde ese momento inicia un juego entre organizadores y quienes asistirán.
Cuando llega el día todos los presentes quedan impactados de lo que están presenciando, ya que se ha recreado parte de las escenografías del filme, además, los asistentes se mezclan con decenas de actores improvisando escenas alusivas de la cinta, convirtiéndose así en parte de la narrativa en el mundo real pero a la vez ficticio.
De Londres para el mundo
Después de la interacción entre asistentes y los actores, se proyecta la cinta, la cual ahora tomará un efecto distinto al haber participado minutos antes a escenas similares con efectos sensoriales que dejan a los espectadores con grandes dosis de adrenalina. Su recepción ha sido tan grande que de tener 400 espectadores en 2007, ha aumentado a 120 mil el año pasado.
Los responsables del proyecto invierten grandes cantidades de dinero para escenografías, pero también han tenido gran éxito y las ganancias han sido gratificantes. No por nada esta experiencia se pretende llevar a Nueva York y otros países. Ojalá en poco tiempo se pueda disfrutar en México.
Algunas de las cintas que se han proyectado desde que se creó el concepto son: Paranoid Park (2007), Lawrence de Arabia (1962), Alien (1979), The Red Shoes (1948), Ghostbusters (1986) y The Warriors (1979).
www.secretcinema.org